MEMORIA DEL PALADAR
Alejandra Torray & Trinxat
Texto: Miguel Ángel Almodóvar
Fotos: Félix Soriano
Hija del escritor, director teatral y realizador televisivo Juan Guerrero Zamora, impulsor y alma pater de aquellos tan añorados y mágicos Estudio 1 de TVE, y de la mítica intérprete de Un mito llamado… Nuria Torray, unos de los rostros televisivos más recordados, Alejandra Guerrero Torra, en adelante Alejandra Torray, a las alturas del mezzo del camin de la sua vita ya ha tenido que subir innúmeros “himalayas” para poder estar a la altura de tan gloriosa casta, y quizá por ello su formación y actividad haya sido tan poliédrica, por decirlo en expresión muy al uso en estos días.
Formada en arte dramático, teatro clásico, ballet clásico y moderno o licenciada en Geografía e Historia, ha completado cursos, entre otros, de tasación y valoración de libros antiguos, doblaje y locución o egiptología. Como diría Terencio, que también fue comediante, nada de lo humano le es ajeno.
Ha hecho algo de cine, muchísimo teatro, especialmente piezas de autores del Siglo de Oro, y participado en series televisivas, como Sin miedo a soñar, Como el perro y el gato o Compuesta y sin novio, que la han convertido en un rostro popularísimo, aunque en los últimos tiempos lo suele ocultar poniéndole voz a otros de la gran pantalla en impecables doblajes.
Su Memoria del Paladar remite a lo más profundo de la cocina catalana, derivada de su ascendencia materna barcelonina, y cuando hablamos del asunto salen a la palestra varios platos con salsa de nostalgia, pero finalmente se decide, en razón de temporada por el Trinxat, buque insignia de las comarcas de la Cerdaña y el Alto Urgel, confeccionada a base de patata y col hervidas, que después se trituran y mezclan con alguna grasa animal, preferentemente torreznillos.
Bocado resultón donde los haya, especialmente en días gélidos o desapacibles, y al que se honra con pompa y circunstancia en Puigcerdà, capital de la comarca gerundense de la Baja Cerdaña, a finales de febrero.
El jefe de cocina de La Fonda de la Confianza, Esteban Mangudo, la prepara con mimo y en su celo añade algo que no acaba de convencer a Torray, así que se rectifica y niquela para que el plato responda, cuando se introduzca en la carta, a los más escrupulosos cánones.
No se nos ocurre forma más exquisita de decirle al invierno que haga el favor de ir preparando los trastos para largarse. Eso sí, con toda educación y con perdón de la mesa.Trinxat
(Receta para 10 personas)
Ingredientes
3 kg. patata monalisa para cocer
1 repollo
300 g. de papada ibérica curada
500 g. de cebolleta tierna
4 torreznos
AOVE
Cebollino
Sal y pimienta negra





Preparación
Primero se selecciona el tamaño de las patatas para que se puedan cocer por igual, y luego se lavan y ponen a cocer, con la piel, en una cazuela y completamente cubiertas de agua. Una vez que empiecen a cocer, se contabilizan 40 min. Se dejan enfriar en su propia agua y se reservan.
Seguidamente, se retiran las primeras capas del repollo y el tronco, se corta en juliana gruesa y se leva bien. A continuación se pone a cocer en una cazuela con agua y sal, y una vez cocido se refresca con agua y hielo. Se reserva.
En cuanto a la papada ibérica, se corta en cuadraditos no muy pequeños, se coloca en una sartén a fuego flojo con 1 dl. de AOVE, y se deja hacer hasta que quede crujiente. Se reserva la papada y la grasa se cuela y se usa para pochar la cebolleta.
Respecto a las cebolletas, se cortan en brunoise y se confitan a fuego suave con la grasa de la papada. Se reservan.
Los torreznos se fríen a 180º grados, se cortan en laminas finas y se reservan.
Pase
En una cazuela, se coloca la mitad de la cebolla pochada con la mitad del repollo y un cuarto de la papada crujiente. Se mezcla bien, se salpimienta y se reserva.
Se coloca el resto de la cebolleta confitada en otra cazuela y se va incorporando la patata cocida, que se va pelando al momento. Con la ayuda de una varilla se va mezclando, e incorporando el resto de la papada crujiente y del repollo. Se salpimienta y añade cebollino picado. Finalmente se emplata con la ayuda de un molde, rellenando un cuarto de este con la mezcla del repollo y el resto con la mezcla del trinxat. Por encima colocan 4 o 5 laminas de torreznos crujientes.